La crisis sanitaria que vivimos ha originado una serie de cambios en la mayoría de profesiones y ocupaciones. Uno de los más dinámicos a pesar del estado que se vive en el mundo, ha sido el rubro de la construcción y la arquitectura. Hay que considerar que el sector construcción es uno de los que no han parado (por mucho tiempo) su actividad durante los meses de confinamiento o cuarentena en varios países del mundo. Para seguir funcionando este sector tuvo que cumplir con las exigencias de medidas de seguridad para combatir el virus, dadas a nivel mundial por cada uno de los gobiernos, que en la mayoría de los casos han dificultado el trabajo para ejecutar una obra. En la mayoría de casos se ha tenido que reducir el personal y con ello los tiempos y costos de producción se han alargado y aumentado respectivamente.
También es cierto es que este sector se verá más afectado en los próximos meses post-crisis sanitaria, porque las obras que se siguen ejecutando actualmente son las que ya se venían realizando antes que las cuarentenas se establecieran. Es decir, es posible que se lleven a cabo menos proyectos de construcción tanto urbanos como arquitectónicos y que los proyectos en el sector inmobiliario de lujo (casas de playa, de campo, de recreación, etc) disminuyan por estar los clientes imposibilitados de viajar a visualizar que se concreten físicamente la propiedad de sus sueños. Esa es una realidad que ya el sector y sus profesionales: arquitectos, diseñadores, jefes de obras, ingenieros y demás ha venido trabajando con soluciones de forma remota -incluso antes de la pandemia- y se ha afianzado con el trabajo remoto, a distancia o teletrabajo en estos meses de aislamiento social.
Despachos arquitectónicos, centros de estudios y diseñadores independientes han podido aprender más durante estos meses en sus respectivos países sobre el uso de las herramientas informáticas como aplicaciones y programas que facilitan la gestión de tareas, siendo registradas y compartidas para ser consultadas por cualquier miembro de sus respectivos equipos. Esto ha facilitado la comunicación con ellos, pero también con sus clientes internos y externos, sobre todo gracias al recurso de la videoconferencia. Equipos más sofisticados con herramientas más sofisticadas incluso han podido realizar visitas a las construcciones de forma remota, a través de videos y fotos, resolviendo así dudas al momento de los ingenieros u obreros a cargo, ahorrado en tiempo y costos de desplazamientos.
Pareciera que el uso de la tecnología en el mundo de la construcción se ha utilizado desde siempre, pero la verdad es que en los últimos 75 años, la productividad gracias al uso de la tecnología ha aumentado hasta un 1.500% en los campos de la agricultura, manufactura y las ventas minoristas, mas no así en la construcción que se mantuvo casi igual. Por ello, es que en este siglo XXI surge un nuevo campo llamado “Tecnología de la Construcción” (ConTech) que tiene como objetivo llevar al mundo de la construcción y la arquitectura (y por ende al diseño) a la automatización (aplicación de máquinas o de procedimientos automáticos en la realización de un proceso o en una industria).
El futuro de la construcción (Fuente: Revista Constructivo)
Uno de los avances tecnológicos más conocidos en el mundo de la arquitectura y la construcción actualmente es el Building Information Modeling (BIM). El modelado de información para la edificación es el proceso de generación y gestión de datos de un edificio utilizando software dinámico de modelado en tres dimensiones y en tiempo real, para disminuir la pérdida de tiempo y recursos en el diseño y la construcción. El BIM como herramienta puede ayudar a los gerentes de proyecto, diseñadores o arquitectos a tomar mejores decisiones en cada etapa de la construcción, y en estos tiempos de coronavirus aumenta la seguridad en el lugar de trabajo evitando el contacto social.
¿Y cómo serán las edificaciones en un futuro, en los próximos años? Especialistas en el rubro señalan que la tendencia serán los espacios multifuncionales para las viviendas y oficinas, y ambientes con óptimas condiciones de higiene para las áreas públicas. Para ello será primordial el uso de la tecnología en la guerra contra el contagio del virus, siendo una de las protagonistas la domótica, que se entiende como el conjunto de técnicas de automatización que permite la optimización de electricidad, seguridad y confort en los complejos habitacionales que facilitará los accesos, y a su vez, ayudará a frenar la propagación del virus en las superficies sólidas.
La Domótica (Fuente: Dormakaba)
Mientras que las edificaciones públicas deberán tener espacios más anchos, y mecanismos de control de accesos digital como reconocimiento facial e interruptores automáticos para evitar el contacto físico y de objetos innecesarios. Los centros de entretenimiento y espacios libres como bares, restaurantes, discotecas, cines, teatros, parques, estadios, etc, deberán contar con certificado de salubridad y regirse a los protocolos de bioseguridad para implementar construcciones nuevas acorde con estos nuevos tiempos.
El arquitecto australiano Liam Young escribe en su ensayo: Los edificios donde guardamos el mundo incluido en el libro Donde termina la ciudad (Arquine, 2019): “Cada época tiene su propia tipología arquitectónica icónica. El encargo soñado alguna vez fue una iglesia, el modernismo tuvo sus fábricas, además de la vivienda. Durante la última década celebramos al museo y a la galería. Ahora tenemos el centro de datos…” Y nosotros nos preguntamos qué tipo de arquitectónica luego de la crisis sanitaria se convertirá en ícono con el transcurrir de los años…ya lo averiguaremos.
Fuentes:
Archdaly:Versatilidad a través de la parametrización de los objetos
Rebuild: Uso de la tecnología en la construcción
Enrique Freyre SAC: 6 consejos para administrar obras de construcción remotas
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